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La escuela de Chávez

    Al revisar el sistema capitalista, frente al sistema socialista; comparar y analizar uno con el otro, y ver las inmensas brechas que dista uno del otro, uno se pregunta ¿Será que es posible lograr esa transición?

   El capitalismo, cuya doctrina es la exclusión, se impuso a través del hambre y las necesidades, dejando como consecuencia más de 500 años de dolor, miseria y muerte, en sí, estos tres males fueron domando a la sociedad de menos recursos, al punto que nunca nos preocupamos de la libertad. Esa libertad que nos dio Simón Bolívar, que no pasó más allá de la libertad de movimiento o de elección, pero la esclavitud continuó implícita en cada hombre que no tenía más recurso que sus brazos, su fuerza y su hambre. Maquinaria ésta, utilizada por los que tenían en sus manos el látigo y el pan, y para acentuar y confirmar más, el compromiso del hombre doblegado de manera de convencerlo así mismo que era esclavo y era pobre, se le negó toda posibilidad de enseñanzas. Aún se creó la necesidad que los hijos  no podían estudiar, porque necesitaban trabajar para su sustento, mientras que el latifundista, el burgués y oligarcas, se hacía más ricos.

 El sistema socialista, cuya doctrina es la inclusión social, permitió al hombre su autovaloración, su autoestima y convencerse de que la pobreza es un concepto, que no es ser pobre o rico lo que lo hace diferente, sino la miseria que desvaloriza a quien está desprovisto de ese sentimiento universal llamado “amor”, el cual fue el centro de mando del Presidente Chávez y eje primordial de esta Revolución.

 Mientras Bolívar y Martí permanecían oculto entre las páginas de la historia, entre las apolilladas bibliotecas del mundo, y con poderosos cerrojos para impedir que el Che Guevara ocupara su lugar destinado como prócer de la Revolución, una madrugada un hombre llamado Hugo Chávez, derribó las puertas de la injusticia, pudimos conocer quiénes eran estos hombre y por qué lucharon, y que nos toca a nosotros continuar la lucha, a pesar que en algunas ocasiones tengamos que verter la sangre como ofrendas ante la Patria por nuestro pueblo y por nuestra razón. Continuará… / Teodoro Díaz


Yare cambio Para siempre....
 
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